Importadora de Productos Necesita Personal para Embolsar Tapabocas Desde Casa Plazas Limitadas,Quizás, al principio de mi carrera como empacador de productos no podía considerar la realidad del almacenamiento . Conseguir mi segundo trabajo me dio el poder financiero para dejar un apartamento en un gueto en la ciudad más asesina de la costa este. Como recién estaba ingresando a un programa de maestría, me sentí extremadamente privilegiado. Como resultado, me alineé con mi supervisor y otros trabajadores con más experiencia. Sin credenciales, estaba concentrado en trabajar con personas que me respaldaran.Un día, recibí a un cliente y estaba listo para ponerme manos a la obra en cuestiones de vivienda, Luego que sucedio lo de la pandemia Ahora se trabaja desde casa y estoy supervisando a mis trabajadores por zoom y ahora me pidieron que necesitan mas personal.
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Cuando hablé con el administrador de casos que luego sería mi supervisor cuando me ascendieran, él tenía claro el futuro de la mujer. Importadora de Productos Necesita Personal para Embolsar tapabocas Desde Casa Plazas Limitadas, Tuvo que ir a la casa de huéspedes no deseada.»¡Vaya, esa chica está realmente enferma!» Escuché decir al compañero de trabajo que trabajaba en el turno de noche en la casa de crisis.Leer más … «No lo entiendo», dije, «No veo por qué no puede vivir donde quiere. Ayudo a otras personas a encontrar una vivienda, ¿por qué no puedo ayudarla?».»Esa chica está muy enferma, me doy cuenta por la forma en que sus ojos giran hacia un lado», dijo mi compañera de trabajo.Diferí a la experiencia. Seguro que yo había estado hospitalizado durante seis meses, pero sabía que era mejor no hacer olas. La mujer fue etiquetada como esquizofrénica y fue enviada al mismo lugar al que más no quería ir. Había hecho bien en no confiar en ninguno de nosotros. Para nosotros, ella era solo un protocolo.
Una vez que me gradué de mi programa de maestría y me ascendieron, visité la infame pensión que estaba enterrada en New Jersey Pine Barrens en los confines del condado. En los pinos, había pocas tiendas, mucha arena y pinos viejos, cuyo crecimiento fue atrofiado por el fuego. Los pinos eran el lugar donde se ubicaban la mayoría de las pensiones. Admiré el paisaje mientras conducía.Los edificios de un piso de la casa de huéspedes infames estaban hechos de madera contrachapada de un cuarto de pulgada y decorados en filas como gallineros. No había aislamiento de los elementos en ninguno de los edificios. Eran largas y estaban llenas de pequeñas habitaciones con catres y sin muebles. Importadora de Productos Necesita Personal para Embolsar TapaBocas Desde Casa Plazas Limitadas,Al final de cada fila de habitaciones había una sala de recreación abierta donde cubas abiertas de jugo de insectos caliente se sentaban bajo la tenue iluminación. No había ventiladores para ahogar el zumbido de las moscas.
Estas habitaciones interiores apestaban a enfermedad. Los pisos de lióleo desconchados estaban siendo fregados con agua apestosa química barata que reforzaba la sensación de malestar. Casi todos los clientes habían asistido a un programa diurno o habían caminado las tres millas hasta la tienda. Ni siquiera podía empezar a imaginarme cómo se vería el lugar cuando estaba lleno.Cuando terminé, seguí al propietario hasta la oficina principal. La hija del dueño había estado en la clase de mi hermana en nuestra elegante escuela privada antes de que la anorexia hubiera reducido mi posición social. De vuelta en la oficina, el dueño me había bombardeado con chismes e información sobre la escuela.Importadora de Productos Necesita Personal para Embolsar Tapabocas Desde Casa Plazas Limitadas, Para entonces estaba aprendiendo a socavar la fachada de sumisión del cliente de salud mental. Como resultado, me encontré luchando por no ser ofensivo con esta mujer que había ayudado a pagar mi crianza.
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Una vez libre para ordenar mis pensamientos, recuerdo haber apostado a mí mismo a que trataban mejor a los enfermos mentales en la Edad Media. Tantas buenas personas con las que había trabajado durante años vivían vidas así y nunca le había dado ninguna consideración.En un año, gané suficiente dinero para financiar un traslado a la costa oeste. A los seis meses de mudarme, hice una transferencia de trabajo arriesgada para establecer servicios en una instalación de la autoridad de vivienda de la sección ocho. Cuando me enteré de que mi supervisora tenía adicción a la cocaína, dejé de prestarle atención. Como un justiciero. Filtré información abiertamente a un activista comunitario y a los periódicos y comencé a enfrentar niveles imprevistos de amenazas.Un día, un residente que me había señalado al narcotraficante local, me dijo que todos los residentes me amaban profundamente, incluso los más turbios, pero que a todos les preocupaba que terminara convirtiéndome en residente del edificio. yo mismo.
