Durante un periodo intercensal se producen en toda realidad, acontecimientos que afectan la estructura económica y social, así como la distribución espacial de la población. Las principales fuentes primarias de información estadística de naturaleza estructural provienen de los censos, que por recomendaciones internacionales y la Ley de los Censos Nº 13248, deben levantarse cada 10 años en el caso de los Censos Nacionales de Población y Vivienda, el último se ejecutó en el 2007 y el Censo Nacional Económico como la Encuesta Nacional de Presupuestos Familiares cada 5 años, los últimos se ejecutaron entre el 2008 – 2009. De otro lado, los registros administrativos, como fuente de información primaria, son aprovechados muy limitadamente, debido a que el SEN no ha definido estrategias que le permitan explotarlos con fines estadísticos de manera organizada y sistemática. Estos dos elementos, impactan en la calidad de los marcos muestrales y directorios, que conjuntamente con la cartografía constituyen insumos importantes para la adecuada planificación del sistema de encuestas. El desconocimiento del total de unidades de información impacta en la calidad de la información y en los costos de su recopilación, pues no solo es necesario ejecutar encuestas de mayor envergadura que demandan recursos adicionales, sino lo que es más grave, no se puede asegurar si los datos son representativos. El INEI se ha propuesto enfrentar esta situación desde varios aspectos, lo que dará una mayor solidez, a través de: (i) la estandarización de las cartografías censales, (ii) la ejecución de los Censos que corresponden en los siguientes 5 años, (iii) aprovechamiento de los registros administrativos para el desarrollo de un sistema de registros estadísticos que integre a los cuatro grupos de unidades básicas: población, inmuebles, ocupaciones y empresas, que permita disponer estadísticas continuas con calidad y oportunidad, (iv) el desarrollo del Sistema Integrado de Encuestas a Hogares y (v) adopción y adaptación de nomenclaturas y códigos.
Durante un periodo intercensal se producen en toda realidad, acontecimientos que afectan la estructura económica y social, así como la distribución espacial de la población. Las principales fuentes primarias de información estadística de naturaleza estructural provienen de los censos, que por recomendaciones internacionales y la Ley de los Censos Nº 13248, deben levantarse cada 10 años en el caso de los Censos Nacionales de Población y Vivienda, el último se ejecutó en el 2007 y el Censo Nacional Económico como la Encuesta Nacional de Presupuestos Familiares cada 5 años, los últimos se ejecutaron entre el 2008 – 2009. De otro lado, los registros administrativos, como fuente de información primaria, son aprovechados muy limitadamente, debido a que el SEN no ha definido estrategias que le permitan explotarlos con fines estadísticos de manera organizada y sistemática. Estos dos elementos, impactan en la calidad de los marcos muestrales y directorios, que conjuntamente con la cartografía constituyen insumos importantes para la adecuada planificación del sistema de encuestas. El desconocimiento del total de unidades de información impacta en la calidad de la información y en los costos de su recopilación, pues no solo es necesario ejecutar encuestas de mayor envergadura que demandan recursos adicionales, sino lo que es más grave, no se puede asegurar si los datos son representativos. El INEI se ha propuesto enfrentar esta situación desde varios aspectos, lo que dará una mayor solidez, a través de: (i) la estandarización de las cartografías censales, (ii) la ejecución de los Censos que corresponden en los siguientes 5 años, (iii) aprovechamiento de los registros administrativos para el desarrollo de un sistema de registros estadísticos que integre a los cuatro grupos de unidades básicas: población, inmuebles, ocupaciones y empresas, que permita disponer estadísticas continuas con calidad y oportunidad, (iv) el desarrollo del Sistema Integrado de Encuestas a Hogares y (v) adopción y adaptación de nomenclaturas y códigos.
El marco muestral maestro tiene dos componentes espaciales muy importantes y complementarios: los límites de las Unidades Secundarias de Muestreo y los centros poblados que los conforman. Han transcurrido cinco años desde la última actualización cartográfica realizada en el marco de las labores de los Censos Nacionales 2007: XI de Población y VI de Vivienda y en dicho periodo se han desarrollado un conjunto de actividades estadísticas que han actualizado la información y han permitido conocer nuevos centros poblados y/o georeferenciarlos. Adicionalmente, se ha registrado en el Perú un importante crecimiento poblacional, así como un rápido cambio en su distribución espacial debido principalmente a importantes movimientos migratorios especialmente del campo a la ciudad y la construcción de carreteras. Por este motivo, la base de datos espacial de las USM del Marco Maestro de Muestreo ha caído en la obsolescencia, no constituyendo la base geográfica más adecuada para la selección de muestras y ejecución de encuestas de hogares, ya que puede insertar sesgos en las investigaciones al no ser conceptualmente homogéneos ni incorporar estas modificaciones de la distribución espacial de las unidades de investigación.Por ello, es necesario efectuar la revisión, replanteo y redelimitación de estas unidades de muestreo que se encuentren fuera del rango establecido y su validación, mediante la georeferenciación, en el terreno. Asimismo, la creciente demanda de información cartográfica actualizada y georeferenciada, por parte de los usuarios externos del INEI y del Gobierno Central, para la planificación y aplicación de las políticas de lucha contra la pobreza, demandan la urgente actualización del marco de las Unidades Secundarias de Muestreo.
A ello se suma que el INEI administra dos tipos de cartografías del área rural, una proveniente de los Censos de Población y Vivienda, cuya unidad mínima es el Área de Empadronamiento Rural (AER) y que se diseña en base a población; y, la otra que proviene del Censo Nacional Agropecuario, cuya unidad mínima es el Sector de Empadronamiento Agropecuario (SEA), diseñado en base a factores reconocibles físicos. Mantener estos dos tipos de cartografía significa una gran limitación para superponer la información de ambos censos, e incluso para diseñar y analizar encuestas de hogares y agropecuarias, por lo que una actividad de gran impacto será lograr la estandarización de estas cartografías. Es importante considerar que la cartografía censal es fundamental para las labores de planeación del operativo de un censo como de las encuestas, la recolección de la información y el procesamiento y difusión de sus resultados. En la planeación estadística, la cartografía sirve para delimitar y ubicar geográficamente el universo de estudio y sus unidades de observación, estimar las distancias y prever recorridos, diseñar la estrategia de recolección, distribuir las cargas de trabajo diario de los empadronadores y asegurar la cobertura de cada una de las áreas; la recolección, ofrece un proceso de doble vía para garantizar la correspondencia entre la identificación geográfica y la información, al mismo tiempo que permite controlar la cobertura y evitar duplicaciones; durante la etapa de procesamiento, la cartografía es la referencia para controlar la integridad de la información final y dar una estimación de la cobertura censal. En la etapa de difusión, en tanto, facilita la presentación de los resultados mediante mapas temáticos.
El crecimiento económico sostenido es indispensable para reducir la pobreza y generar los ingresos fiscales permanentes que aseguren la expansión del gasto social focalizado en los más pobres del país. La mayor inclusión social y la reducción de los conflictos sociales redundarán en un mejor entorno para la inversión y el crecimiento sostenido. (ii) Crecimiento con Estabilidad. Los grandes lineamientos de la política económica se mantienen, es decir, se garantiza un manejo prudente y responsable de las cuentas macroeconómicas. Asegurar la estabilidad macroeconómica resulta un objetivo prioritario puesto que permite: i) alcanzar mayores tasas de crecimiento sostenido, elemento central para seguir generando empleo y reducir la pobreza; ii) generar los espacios necesarios para poder aplicar una política fiscal que atenúe eventos coyunturales desfavorables; iii) atraer importantes flujos de inversión privada; y iv) sostener el grado de inversión y mejorar en nuestra calificación crediticia, para que las nuevas emisiones de deuda (públicas y privadas) tengan un menor costo. El objetivo de asegurar la estabilidad macroeconómica es pre requisito para que los otros objetivos señalados se logren en forma sostenida. (iii) Mejorar la productividad y competitividad de nuestra economía. El reto del país es mantenerse como la economía de mayor crecimiento en la región y de mayor reducción de pobreza e inequidad. El desafío es asegurar que el país continúe creciendo a tasas sostenidas por encima del 6% por lo menos durante los próximos 15 años.
Esto impone una serie de importantes retos de política pública, que implican la adopción de medidas destinadas a elevar la competitividad y productividad a través de: i) mejora sustancial del capital humano; ii) reducción de la brecha de infraestructura a través de Asociaciones Público-Privadas; iii) simplificación administrativa para fomentar la inversión y facilitar la formalización y el desarrollo empresarial; iv) impulso a la innovación tecnológica y tecnologías de la información; v) diversificar la oferta productiva en base a una estrategia de mayor valor agregado, mediante el fomento de la calidad, nuevos instrumentos de desarrollo productivo y fomento de la libre competencia e internacionalización; vi) mayor profundización financiera y desarrollo del mercado de capitales; y vii) diseñar acciones de sostenibilidad ambiental.Mejorar la calidad del gasto público a través del Presupuesto por Resultados. Aun cuando se encuentran mejoras en ciertos indicadores agregados, se siguen manteniendo brechas importantes en las zonas más pobres y excluidas del país, particularmente en la provisión de bienes y servicios públicos con calidad. Entre los principales factores que explican esta desvinculación entre la dinámica del gasto público y los resultados se puede destacar: i) ausencia de un enfoque hacia resultados; ii) falta de claridad en las entidades públicas respecto a cuál es el producto que entregan o deben entregar al ciudadano para alcanzar los objetivos prioritarios en el marco de las políticas y sus funciones; iii) muchos actores con capacidades y visiones heterogéneas; iv) las actividades de control priman sobre las de orientación y asesoría; v) limitada información y escaso análisis sobre el desempeño de las intervenciones públicas; vi) predominancia de un criterio inercial de asignación del presupuesto; y vii) débil planificación y claridad sobre las prioridades.
Esta débil vinculación entre las decisiones de asignación presupuestal y el logro de los resultados, plantea la necesidad de una reforma de la gestión pública en general y del sistema de presupuesto en particular. En este sentido, el Ministerio de Economía y Finanzas tiene como objetivo que cerca del 100% del presupuesto (excluyendo gasto previsional, financiero y administrativo) sea formulado en programas con una lógica de resultados antes de finalizar este gobierno, y que el Sistema Nacional de Presupuesto contribuya a la eficiencia y efectividad del gasto público a través del vínculo del financiamiento de los programas presupuestales con los resultados que deben alcanzar, haciendo uso sistemático de la información de desempeño. Para implementar este objetivo, es necesario avanzar en los siguientes aspectos: i) profundización de la metodología de Presupuesto por Resultados (PpR), a través del mecanismo de Programas Presupuestales; ii) ampliación gradual de la cobertura programática del presupuesto público hasta cubrir el 100% de las intervenciones; iii) generación y uso de información de desempeño para asignación más eficaz y eficiente de los recursos públicos; iv) construcción de una cultura de rendición de cuentas que retroalimenta la gestión; v) introducción de la programación multianual del gasto; vi) mejoramiento de la articulación entre gasto corriente y de capital; y vii) fortalecimiento de la articulación territorial. En esta estrategia integral que viene implementado el Gobierno Peruano, el INEI ha sido identificado como una entidad clave para generar indicadores para el monitoreo de los avances y la evaluación de impacto de los programas estratégicos del país.
La formulación del PENDES 2013 – 2017 parte del supuesto que la demanda prioritaria de información estadística se centra en la que es necesaria para formular, monitorear y diseñar políticas públicas, en consecuencia, fue necesario conocer en detalle qué se estaban proponiendo los sectores para el mediano plazo. Para ello se revisaron y analizaron los planes sectoriales multianuales, los planes estratégicos institucionales y los programas presupuestales en operación y los que se encontraban en trámite ante el MEF; lo que permitió identificar a su vez a los responsables de estas políticas públicas y quienes fueron invitados a participar en los mega talleres convocados para tal fin. En este esfuerzo, la alianza entre el INEI y la Dirección General de Presupuesto Público como la Dirección de Calidad del Gasto Público del Ministerio de Economía y Finanzas, resultó estratégica. Sin embargo, nos encontramos con problemas que no fueron resueltos al término del proceso de elaboración del PENDES, algunos sectores aun no cuentan con su Plan Estratégico Sectorial Multianual y hay falta de claridad en algunas entidades públicas sobre sus programas presupuestales, lo que indudablemente afecta en la determinación de estadísticas que deben producirse en el mediano plazo. En consecuencia, el PENDES 2013 – 2017 deberá ser revisado a medio término para incluir las demandas de información que resulten de una mejor planificación de las entidades del Estado, considerando compromisos internacionales / regionales.