Los Principios Corporativos Empresariales de Nestlé constituyen la base de nuestra cultura de empresa, que hemos ido desarrollando a lo largo de 140 años. Desde que Henri Nestlé desarrollara con gran éxito su «Harina Lacteada», hemos construido nuestro negocio basándonos en el principio fundamental de que, para obtener beneficios a largo plazo para nuestros accionistas, no sólo tenemos que satisfacer todos los requisitos legales aplicables y garantizar que todas nuestras actividades son sostenibles, sino que también tenemos que crear valor sustancial para la sociedad. En Nestlé a esto lo denominamos Creación de Valor Compartido. Aunque nuestros Principios Corporativos Empresariales se publicaron inicialmente como un documento integral en 1998, la mayoría de ellos ya se habían instituido de forma individual muchos años antes. Si bien los Principios Empresariales están firmemente establecidos, continúan evolucionando y adaptándose a un mundo en constante cambio. Por ejemplo, Nestlé incorporó los diez principios del Pacto Mundial de las Naciones Unidas poco después de su creación y los sigue implementando hoy en día. Esta última revisión difiere de las dos versiones anteriores en que los diez principios de actividad empresarial están vinculados específicamente a los textos consultables en línea de principios, polí- ticas, normas y directrices más detallados.
Esto ha permitido que el contenido de cada principio sea más conciso, al tiempo que ofrece medidas de aplicación más pormenorizadas relativas a cada uno de ellos en la red mundial. Además, por primera vez se ha incluido al comienzo del documento un mapa de los principios y un resumen de las medidas de la empresa a este respecto. Creemos en la importancia de una cultura de cumplimiento sólida y profundamente enraizada en nuestro negocio. Los Principios Corporativos Empresariales y los documentos de apoyo reflejan este compromiso, protegiendo así la confianza de nuestros consumidores y grupos de interés en la marca Nestlé. Nuestras normas internas no sólo han de cumplir la legislación estrictamente, sino que sirven para guiar nuestras acciones, incluso si las leyes son más laxas o si no existe ninguna legislación aplicable. Para Nestlé, mantener el cumplimiento normativo es mucho más que ajustarse a listas de comprobación; requiere principios firmes aplicables a todos los niveles de la empresa y que proporcionen una orientación clara a nuestro personal. Como Presidente y Consejero Delegado de Nestlé, nuestro compromiso es garantizar que toda la empresa se rija por estos principios y urgir a los empleados de Nestlé en todo el mundo a que se adhieran a ellos. También estamos comprometidos con la mejora continua y mantenemos una actitud abierta a la participación externa en cualquier área de nuestros Principios Corporativos Empresariales.
Dado que Nestlé es una compañía basada en principios, los Principios Corporativos Empresariales de Nestlé conforman los cimientos de todo lo que hacemos. El cumplimiento de estos Principios y de las políticas específicas relacionadas con cada principio no es negociable por parte de los empleados y su aplicación es controlada y auditada con regularidad. Tal como se muestra en el gráfico, el cumplimiento de los Principios Corporativos Empresariales de Nestlé constituye el fundamento del compromiso de la Compañía en ser sostenible desde un punto de vista medioambiental y crear valor compartido. La Creación de Valor Compartido es nuestro modo elemental de hacer negocios, lo que pone de manifiesto que, con el fin de crear valor a largo plazo para los accionistas, debemos crear valor para la sociedad. Ahora bien, no podemos ser sostenibles desde un punto de vista medioambiental o crear valor compartido para los accionistas y la sociedad si no logramos cumplir con nuestros Principios Empresariales. Al mismo tiempo, la Creación de Valor Compartido va más allá del cumplimiento y la sostenibilidad. Todo negocio que tenga vocación de futuro y aplique unas prácticas comerciales sólidas crea valor para los accionistas y para la sociedad a través de sus actividades; así, da empleo a los trabajadores, paga impuestos para contribuir a financiar los servicios públicos y apoya la actividad económica en general. Pero la Creación de Valor Compartido va más allá.
Una compañía identifica a conciencia sus áreas clave, en las que: a) confluyen claramente los intereses de los accionistas y de la sociedad, y b) se puede optimizar la creación de valor para ambos. En consecuencia, la empresa invierte recursos, tanto de talento como de capital, en aquellas áreas que presentan el máximo potencial para crear valor conjuntamente, y busca actuar en colaboración con los grupos de interés correspondientes. En Nestlé, hemos analizado nuestra cadena de valor y hemos determinado que las áreas con más potencial para optimizar el valor conjunto con la sociedad son la Nutrición, el Agua y el Desarrollo Rural. Estas actividades son centrales en nuestra estrategia empresarial y vitales para el bienestar de la gente de los países en los que operamos. Buscamos activamente el compromiso y la colaboración con grupos de interés externos que contribuyan a optimizar el impacto positivo en estas áreas clave. No obstante, la Creación de Valor Compartido no tiene un propósito filantró- pico, sino que consiste en promover actividades básicas y colaboraciones en beneficio de la población de los países en los que operamos. De esta forma, Nestlé mantiene una perspectiva muy a largo plazo de desarrollo del negocio y acoge el diálogo con grupos de interés externos comprometidos con una conducta empresarial basada en fuertes principios y con una colaboración constructiva. Entre ellos se incluyen autoridades gubernamentales y reguladoras, organizaciones intergubernamentales, ONG, instituciones académicas y profesionales y comunidades locales.
Nuestra estrategia empresarial central gira en torno al consumidor y al objetivo de ayudarle a adoptar una dieta sana y equilibrada. Los Principios de Comunicación con el Consumidor de Nestlé contienen reglas obligatorias de comunicación de mercadeo dirigida a todo tipo de consumidores, incluyendo la precisa descripción y representación gráfica de los alimentos de un modo que no promueva el consumo en exceso. Además, determinados principios nos sirven de guía en la comunicación con los niños, por ejemplo la prohibición de las actividades publicitarias o de mercadeo dirigidas a los menores de 6 años. La publicidad destinada a niños de entre 6 y 12 años está restringida a productos que cumplen unos criterios de perfil nutricional preestablecidos, tales como unos límites claros en el contenido energético y los ingredientes que pueden tener un impacto en su salud, como el azúcar, la sal, las grasas saturadas y los ácidos grasos trans. Nuestros principios de comunicación destinada a los niños se dirigen específicamente a su protección garantizando que la publicidad no sea engañosa, que no reste autoridad a los padres, no despierte expectativas de éxito poco realistas, ni cree una sensación de urgencia o apunte a la idea de bajo costo. Nuestro compromiso supone prestar apoyo a todo aquello que sea lo más adecuado para los bebés desde el primer día.
Esto quiere decir que recomendamos la lactancia materna sobre todas las demás posibilidades. Para quienes necesitan alternativas a la lactancia materna, nuestro objetivo es ofrecer preparados para lactantes que cumplan con los estándares internacionales de salud infantil en lugar de sucedáneos peligrosos e inadecuados de la leche materna, tales como la leche entera. Nuestro propósito es ofrecer también cereales, alimentos infantiles y fórmulas lácteas que contribuyan a un crecimiento y desarrollo óptimos, en lugar de los alimentos complementarios de poco valor nutritivo que a menudo reciben los niños. Nuestro mercadeo de alimentos infantiles se rige por el Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna de la OMS, según se ha implantado en todos los países miembros de la OMS. Además, en los países en desarrollo, cumplimos de forma voluntaria con el Código de la OMS, haya sido este o no aplicado por el gobierno. Supervisamos nuestras propias prácticas para garantizar el cumplimiento de dichas normas, tanto si existe un sistema gubernamental de control como si no. Reconocidas empresas de auditoría social llevan a cabo de forma continuada una auditoría independiente del cumplimiento del Código de la OMS por parte de Nestlé y sus informes están disponibles para todo el mundo.
Los Principios Corporativos Empresariales de Nestlé son declaraciones de obligado cumplimiento por parte de todos los directivos y empleados de Nestlé, y se incorporan en la planificación de negocio, auditoría y análisis de rendimiento. Estos principios están asociados a determinadas políticas y códigos de referencia en los que se señalan los procedimientos de cumplimiento. Véase el mapa de principios y políticas de Nestlé para localizar los enlaces y las políticas de referencia oportunos (portada interior). El cumplimiento de los Principios Corporativos Empresariales por parte de Nestlé es revisado con regularidad por sus auditores internos con arreglo a unas instrucciones claras de auditoría, las cuales están a disposición de todos los empleados en la intranet de Nestlé S.A. La adhesión a los principios en materia de recursos humanos, seguridad, salud, medio ambiente e integridad empresarial es evaluada por medio de nuestro programa CARE, que se basa en una red de auditoría externa independiente. Nuestros informes sobre Creación de Valor Compartido son auditados por auditores externos independientes, quienes determinan su precisión y se encargan de validarlos. Nuestros auditores externos de KPMG, tras obtener conocimiento del sistema de control interno de Nestlé, analizan cómo los Principios Corporativos Empresariales encajan en el marco completo de gobierno corporativo del Grupo. Las conclusiones y recomendaciones se transmiten al Consejo de Administración de Nestlé S.A. por medio del Comité de Auditoría del Consejo.